LOS PREJUICIOS SOBRE ORIENTE MEDIO
Los prejuicios nos impiden conocer la realidad de los hechos y las situaciones. Como es bien sabido, no siempre es nuestra ignorancia o la tradición la responsable de esta distorsión. Lamentablemente, en muchas ocasiones son otros quienes tienen el propósito de hacerlo, con intenciones no siempre confesables o para proteger intereses.
La forma como los occidentales juzgamos los sucesos de Oriente Medio es un ejemplo de este tipo de distorsión de la verdad. Si preguntásemos a los que nos rodean sobre cuáles son los países musulmanes en los cuales la mujer sufre una exclusión social, sin duda la mayor parte de los encuestados incluirían Irán.
Contra todas estas falsas ideas al respecto, es un hecho que las mujeres en Irán pueden votar y optar a cargos de elección pública, además de conducir un vehículo o abrir una cuenta bancaria sin la autorización de su marido. Pues bien, una mujer saudí, no puede en cambio hacer ninguna de estas cosas.
Mucha gente sabe que las mujeres iraníes están sujetas a un riguroso código en el vestir que las obliga a ocultar todo su cuerpo menos las manos, la cara y los pies. Pero no tanta gente sabe que el mismo código rige también en Arabia Saudí.
Resulta bastante obvia la conexión entre esta falsas ideas y los mensajes mediáticos desde Estados Unidos, siempre pendientes de ocultar las miserias de los regímenes aliados y propensos a exagerar los defectos de los países considerados enemigos.
Lo sorprendente es que es precisamente en aquellos países islámicos, es decir, Irak y Libia, los que mejor trato ofrecen a la mujer en sus respectivas sociedades. Este dato, por supuesto, no suele aparecer en los medios con asiduidad.
Otro ejemplo, es el considerar a los chiítas como los miembros de la rama radical dentro del islamismo. En realidad, las diferencias entre los chiítas y los demás musulmanes son aspectos organizativos, como la figura del profeta Mahoma, existente entre los sunitas, pero no entre los
chiítas.
Los radicalismos en el Islam no están relacionados con una u otra de sus ramas necesariamente. Hay islamismos radicales de todo tipo, como hay radicalismos católicos o evangélicos, por ejemplo. Del mismo modo, hay también musulmanes liberales en ambas ramas del Islam.
Siguiendo con los prejuicios, la más trágica y ridícula de todas las falsas ideas respecto al mundo religioso del Oriente Medio es la de considerar que musulmanes y cristianos adoran a dioses diferentes, a saber: Alá y Dios. Alá es la traducción de Dios en lengua árabe, pero se trata exactamente del mismo Dios. Es el idioma el que marca la diferencia de nombres, no la religión.
Podría continuar enumerando ideas preconcebidas sobre Oriente Medio, pero pienso que con estas bastan para sugerir que permanezcamos alerta cuando leamos noticias o informaciones sobre esta parte del mundo, y busquemos el modo de contrastarlas.