viernes, 18 de diciembre de 2009

Un cacho de Juan Cacho

Mi personaje se llama Juan Cacho, un malagueño treintañero con aires de detective. No es para nada alto, y menos aún cachas; su cabello es moreno y con bastantes entradas, pero de piel bastante clara. Siempre lleva el pelo sin peinar y barbitas de dos días o de una semana, eso depende de lo ajetreada que esté su agenda. No tiene pecas, pero sí muchos lunares por todo el cuerpo. Su nariz es aguileña, sus labios son muy finos y los ojos rasgados y oscuros, que son algo más grandes cuando lleva sus gafas.

Si nos referimos al carácter, yo lo definiría como una persona muy analítica y equilibrada; no se enfada fácilmente y sabe conservar la calma en la mayoría de las situaciones, excepto cuando es sorprendido por el Dedos mientras está con Amparo en la bañera, cuando se entera que su jefe es dueño de una multitud de páginas web de contenido pornográfico, cuando se encuentra un video donde se ve a la chica que le gusta manteniendo relaciones sexuales con su vecino, el que a su vez ha asesinado a su propia mujer.

Cuando es necesario, sabe ser diplomático y amable. Para él es muy importante la amistad. Cuida mucho a sus amigos, a veces a pesar de sus propias necesidades. Siempre tiene tiempo para charlar y, si es necesario, da cobijo a un amigo carterista. Además es muy extrovertido. Habla mucho y siempre tiene muchas preguntas sobre todo lo que le ocurre a su alrededor. Es muy profundo y piensa mucho. Quiere saber cómo piensan todos sus conocidos. Siempre tiene algo donde cotillear.

Cuando sale le gusta beber hasta emborracharse, aunque tampoco se puede decir que tenga una adicción al alcohol, pero sí a las mujeres. No tiene novia, ni falta que le hace. Tiene una alumna que lo vuelve loco, Amparo, y que cuando menos se lo espera la tiene en casa invitándole a darse un baño con ella. También está Irene, su inseparable compañera de aventuras, no le da sexo pero sí todo lo demás que falta en una relación de pareja, complicidad, confianza, amistad, seguridad, entre otras muchas cosas.
Aunque parezca una persona usual, nuestro Juan Cacho es único.

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